Actividades para personas con Alzheimer

Por: Secuoya Centro de Día

¿Es posible elaborar un programa de actividades para un Adulto Mayor con Alzheimer que fomente su autonomía y funcionalidad? La respuesta es: SI

La demencia de tipo Alzheimer va mermando poco a poco la capacidad de la persona de realizar por sí misma desde las actividades más complejas hasta las más simples. Sin embargo, en el cuidado diario que le brindamos podemos utilizar estrategias para que dicho proceso se haga más lento y, sobre todo, para que se mantenga el mayor tiempo posible su funcionalidad y autonomía.

Algo que debe preocuparnos siempre que cuidamos a una persona con Alzheimer es su dignidad, es decir, necesitamos reconocer a la persona como valiosa en sí misma y orientar su existencia de un modo afín a sus preferencias y deseos.

La atención centrada en la persona.

En la actualidad, las actividades que permiten atender de mejor manera a un Adulto Mayor con demencia se basan en el Modelo de Atención Centrada en la Persona, un enfoque en el que las personas con la enfermedad se convierten en el eje central de cualquier intervención. Este modelo de atención se basa en 10 principios:

1. 1. Todas las personas tienen dignidad.

Independientemente de la edad, el tipo de enfermedad, el estado mental, el grado de discapacidad o dependencia, las personas mayores tienen dignidad y deben ser tratadas con igual consideración y respeto que las demás. Cualquier actividad que realicemos para fomentar su autonomía y su independencia debe de tomar en cuenta esto.

1. 2. Cada persona es única.

Hay que realizar actividades que hagan sentir a la persona única y especial, esto se logra conociendo sus gustos y habilidades, de hecho sólo así podremos proponer un programa de actividades significativo para ella.

1. 3. La biografía es esencial.

La biografía es fundamental para nuestra singularidad. Hay que planear actividades en las que la persona siga realizando lo que hacía antes de que se manifestara la enfermedad.

1. 4. Tomar decisiones es un derecho.

Las personas tenemos derecho a decidir sobre nuestra vida. Hay muchas cosas que aún puede controlar un Adulto Mayor con demencia, por ejemplo, escoger la comida, hablar de sus deseos, elegir los colores al momento de pintar o realizar alguna actividad artística.

1. 5. La autonomía es un derecho.

Las personas con afectación cognitiva también tienen derecho a ejercer su autonomía, respetarlo se logra dándole a escoger hasta el último momento todo lo que sea posible y permitiéndole que participe en su tratamiento hasta donde se pueda.

1. 6. Todos tenemos fortalezas y capacidades.

Reconocer las capacidades y fortalezas que aún tiene la persona, trabaja con ellas y procura fomentarlas al máximo, de ahí la importancia de la Valoración Gerontológica integral.

1. 7. Cuidar el entorno.

El ambiente en el que se desenvuelve la persona tiene que ser accesible y facilitar la movilización por sí misma de manera segura, además debe ser confortable y significativo.

1. 8. Dar sentido a las actividades diarias.

La actividad cotidiana tiene una gran importancia en el bienestar de las personas. Planifica actividades plenas de sentido que además de servir de estímulo sean agradables y hagan sentir bien a las persona, por ejemplo, permite que participe en la elaboración de la comida, poniendo la mesa o en la discusión de las noticias.

1. 9. Fomentar la socialización.

Las personas somos interdependientes, por eso hay que buscar actividades que fomenten las relaciones sociales, como el baile, los paseos, las visitas a lugares, o cualquier actividad que genere y amplíe el círculo de amistades.

1. 10. No oponerse al cambio.

Las personas somos seres multidimensionales sujetos a cambios constantes. Las actividades para personas con demencia siempre deben de adaptarse a las distintas etapas de la enfermedad, no pongamos actividades ni más complejas ni más simples de lo que puede realizar la persona.

Por último, les doy algunas sugerencias de actividades que pueden practicar semanalmente:

• Actividades físicas: caminata, natación, baile, ejercicios con música y pelotas de colores y texturas, movilización pasiva de brazos y piernas.

Actividades lúdicas: lectura de periódico, calendario, agenda; reminiscencias, autobiografía; musicoterapia, horticultura, baile, clasificación de objetos por colores, escritura, creación de un álbum fotográfico propio y de la familia; copiado, dictado, lectura en voz alta, recorte de revistas; jugar dominó, cartas, ajedrez, sopa de letras; cantar canciones de su época, arreglar flores frescas y practicar manualidades.

Actividades básicas de la vida diaria: participación en el baño y el vestido, preparación de alimentos, cuidar una planta, ayudar en las tareas del hogar.

Actividades sociales: convivencia con niños o con mascotas, participación en actividades grupales en centros de día.